En los
últimos años he tratado de aprender el idioma italiano, pero sin ayuda de un
profesor. Es que por razones de horarios de trabajo no tengo tiempo para ir a
una clase con un docente.
Entonces
busqué distintas aplicaciones. Primero empecé estudiando en busuu.com,
que incluso ofrece la posibilidad de interactuar con otras personas de la
lengua nativa del idioma que uno está aprendiendo a través del chat.
Permite también un trabajo colaborativo, porque al realizar el ejercicio, uno
busca personas que tengan ese idioma como lengua materna para que lo corrijan.
Realizan correcciones muy buenas con comentarios muy completos, en muchos
casos. Como contrapartida, la persona debe corregir ejercicios realizados por
otras personas en español, como es mi caso.
Luego me
enteré de que existe otros lugares como Babbel y Duolingo,
entre otras.
Duolingo
es una aplicación que descargué a mi celular. Y en momentos libres realizo ejercicios
de italiano. Últimamente también empecé a repasar francés e inglés. Como estos
idiomas los aprendí de niña y adolescente, las palabras aunque están bastante
olvidadas por el desuso, están en algún lugar de la memoria y no me ha
resultado muy difícil. A medida que realizo los ejercicios van resurgiendo en
mi memoria esas palabras que por años estuvieron ahí, sin recordarlas y sin
usarlas.
El idioma
italiano tiene muchas palabras que son iguales a sus equivalentes en español y
otras muy diferentes que no se parecen en nada. Ni a su equivalente en español
ni en francés ni en inglés (por ejemplo "fidanzato" que significa
"novio")
Entonces
como es un idioma nuevo para mí, me lleva horas aprender y avanzo despacio.
Todo depende de la continuidad y de la periodicidad con que lo estudio. La
aplicación Duolingo tiene la ventaja que me muestra las lecciones que hace
tiempo que no repaso mediante el cambio de color. Cuando las repaso, me doy
cuenta de que me he olvidado de muchas de ellas.
En mi casa
tengo muchos libros de idiomas: francés e inglés de cuando los estudié por
primera vez. Y otros de mis hijos que nunca los utilicé pero podría
hacerlo. También tengo algún libro de italiano de mi hija cuando lo estudiaba
en el Centro de Lenguas Extranjeras. Y hace unos años compré en la Feria del
LIbro de Montevideo un libro de Gramática Italiana. Mi esposo que sabe como
siete idioma diferentes y que logra hacerse entender por los nativos de esos
idiomas muy bien o en forma aceptable (en algunos casos) me dice por qué no los
estudio en los libros.
No es que
porque exista la tecnología ahora se deban dejar de lado los libros. No. Son
cosas que se complementan, que no son opuestas.
¿Por qué
prefiero aprender idioma con una aplicación?
Por varios
motivos:
-Además de
la escritura de la palabra o de las frases me proporciona el sonido en ese
idioma. En un libro de italiano yo no puedo oír la pronunciación de "oggi",
por ejemplo (hoy) o en un libro de francés no sé como pronunciar "aujourdhui"
- Son interactivos:
escribo o realizo ejercicios de selección múltiples tanto cuando armo las
frases como cuando elijo la frase correcta. No solamente leo y escucho.
- La
corrección es inmediata. Si hago mal pierdo un corazón. Y si pierdo todos los
corazones antes de culminar el ejercicio debo hacerlo de nuevo. Es decir, se
parece a un juego (videojuego) Entonces tiene la motivación de los
videojuegos.
- Lo puedo
realizar en cualquier lugar sin más requisito que contar con mi celular. Puedo
hacerlo en la parada del ómnibus, por ejemplo, para matar el tiempo de la
espera. Sin necesitar lápiz y papel (eso no quiere decir que cuando esté en mi
casa no haga ejercicios con lápiz y papel, pues ayuda a recordar esas palabras)
- Si paso
más de 24 horas sin usar la aplicación me suena el celular (con un sonido
diferente a todos los demás ) y donde está el ícono de la aplicación "no
has alcanzado tu meta diaria"
Entiéndase
bien que no estoy en contra de los libros ni de las clases dictadas por un
docente. Simplemente, considero que estas aplicaciones pueden ayudar de una
forma divertida al aprendizaje de un idioma. Y en casos especiales, cuando no
se puede recurrir a una clase presencial, es una buena opción para aprender un
idioma o para refrescar conocimientos sobre idiomas aprendidos en el pasado y
que han sido olvidados por la persona por falta de práctica.